miércoles, 30 de junio de 2010

La soledad


La soledad

Director: Jaime Rosales
Reparto: María Bazán
Petra Martínez
Sonia Almarcha
Miriam Correa
País: España
Año: 2007
Género: Drama
La soledad es una película española (ganadora del premio Goyas 2007) que nos permite entrar y mirar simultáneamente la vida de dos mujeres: Antonia (Petra Martínez) y Adela (Sonia Almarcha). Adela deja su ciudad natal León y a su padre para irse con su hijo a Madrid, en donde consigue trabajo como azafata y un apartamento que comparte con Carlos (Luis Villanueva) e Inés (Miriam Correa), con los que entabla una relación de amistad. Antonia, (la madre de Inés) tiene tres hijas y un compañero a los cuales atiende amorosamente.
La historia narra situaciones complejas entre los seres humanos. Así vemos en Adela, la dificultad para dejar su tierra natal, a su padre y al padre de su hija con el que vivió una relación conflictiva. Adela es una mujer joven que tiene que migrar a Madrid en búsqueda de una mejor calidad de vida, sin embargo como muchas personas que dejan su lugar de origen, se enfrenta con la violencia, la sobrevivencia y el terrorismo, que marcará su vida dramáticamente, enfrentándola duramente a la soledad. Es interesante observar las relaciones de solidaridad que se entretejen entre Adela y sus compañeros de departamento, cómo se construyen lazos sociales con personas que no son familiares.
Antonia tiene tres hijas y su vida gira alrededor de su cotidianidad: atender a su compañero, los quehaceres de la casa y a mantener la unión familiar, como buena madre de familia. Antonia da todo por sus seres queridos y en ese afán de complacer a todos menos a ella, se deja someter por una hija, en detrimento de su propio ser.
La mirada del director es excelente, ya que nos enseña como la familia puede convertirse en un lugar de aniquilamiento del ser. Uno puede reflexionar sobre la función de la familia y la importancia de que los padres replanteen sus relaciones con los hijos, no desde el sometimiento sino desde el respeto, el reconocimiento y el amor. Las relaciones finalmente se construyen y no están dadas automáticamente.
Indudablemente una película fuera de serie, ya que gracias a los medios técnicos de la polivisión (herramienta que permite dividir la pantalla), se puede mostrar puntos diferentes de la misma escena.
Una película para repensar las relaciones de amistad y de familia. No la dejes de ver.

martes, 8 de junio de 2010

El silencio de Lorna


Director: Jean-Pierre Dardenne y Luc Dardenne
País: Bélgica-Francia-Italia-Alemania, 2008
Duración: 105 minutos.
Reparto: Artha Dobroshi (Lorna), Jérémie Renier (Claudy Moreau), Fabrizio Rongione (Fabio), Alban Ukaj (Sokol), Morgan Marinne (Spirou), Olivier Gourmet (inspector), Anton Yakovlev (Andrei)
Lorna es una mujer albanesa que obtiene la ciudadanía belga de manera ilegal, casándose con un drogadicto del que debe divorciarse para casarse con otro inmigrante y ayudarle a obtener el mismo beneficio.
Lorna se ve presionada por mafiosos que hacen negocio a través de ella y acelerando sus planes pone en peligro a su marido adicto, quedando en sus manos salvarlo o permitir su asesinato.

La globalización produce relaciones mercantiles, en donde las personas son tratadas como “cosas” que pasan de mano en mano, despojadas de deseos, decisiones y voluntad.
Lorna y su esposo a pesar de la situación extrema y borde que viven ambos, se tienden un lazo significativo e intenso y logran una relación diferente a la que estaba planteada inicialmente: únicamente mercantil.

Desafortunadamente todos los hombres que rodean a Lorna quieren sacar provecho de ella, pero no la ven como ser humano.

El conflicto moral de Lorna entre salvar al marido o dejar que lo maten crea la tensión dramática del filme, y gracias a la posibilidad de un embarazo Lorna logra dar un giro a su vida.

En las sociedades actuales donde impera el LIBRE MERCADO “todo se puede”, incluso comerciar con las personas, crear niños a la medida de las necesidades, pedir por catálogo parejas, comprar la juventud a través de sofisticadas cirugías estéticas, conseguir por línea muñecos cada vez más parecidos a los seres humanos, establecer matrimonios por conveniencia, etc.

A los individuos en esta sociedad se les crea la fantasía de que “todo se puede comprar”. De esta forma desaparece el sujeto de deseo y prevalece la Ley del mercado, desgastando al sujeto, consumiéndolo vorazmente como una mercancía más. Es un sistema implacable y no le importa que las personas mueran, finalmente son sólo mercancías. Esta lógica de consumo se filtra en las relaciones y se instituye como válida, incluso como estandarte de la felicidad, dejando al sujeto más despojado de sus sueños y deseos, más abandonado que nunca.

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Premios:
* Festival Internacional de Cannes, Francia, 2008: Premio al mejor guión
* Premios Cinematográficos Lumière, Francia, 2009: Lumière al mejor filme francófono